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Miles de personas en el mundo han recuperado la alegría y el encanto de la vida.

Talleres de Oración y Vida

Padre Ignacio Larrañaga

Miles de personas en el mundo han recuperado
la alegría y el encanto de la vida.

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Padre Ignacio Larrañaga

“Amar es Respetar”

La actitud primera y elemental en las relaciones interpersonales, es el respeto.

El respeto fraterno tiene raíces muy profundas. Se trata del misterio original del hombre, la realidad más sagrada del mundo, después de Dios. Misterio por el que todo individuo no es objeto sino persona. Y toda persona es un yo diferenciado, inefable e incomunicable; un universo y una experiencia que jamás se repetirán.

Los demás no son “el otro” sino un “tú”, con un formidable equipo de códigos genéticos, estructura endocrina, composición bioquímica, alteraciones históricas…Todo ese conjunto de constitución y experiencia está presidido por una conciencia. Estamos ante una persona.

El otro es, pues, un mundo sagrado, y como sagrado, no sólo merece respeto sino también reverencia.

¿Qué es, pues, respetar? El respeto implica dos actitudes, una interior y otra exterior. Presupone en primer lugar, venerar el misterio del hermano como quien venera algo sagrado. En segundo lugar implica no meterse con el otro. En su forma negativa se expresa así: no pensar mal, no hablar mal. Y en su forma positiva significa: reverencia interior, y trato de cortesía.

El respeto viene desde dentro. Hay que comenzar por redimir las raíces.

Las emociones hostiles, originadas por diversas causas, pueden apagarse en la proximidad emocional con Jesucristo. Las palabras destructivas son hijas de los sentimientos destructivos. Son éstos los que necesitan ser silenciados, como homenaje oblativo a Jesús. Las soluciones profundas de los males comunitarios nacen a los pies de Jesucristo.

Respetar es también amor oblativo, la mayoría de las veces, es decir renunciar a la propia gratificación por el bien del otro. Respetaremos el misterio del hermano sólo si nos colocamos en la esfera de la fe, y vemos al Hermano Jesús en este hermano que está junto a mí. Así nace el Amor.

Basado en el Libro “Sube Conmigo” de P. Ignacio Larrañaga